La boda de Leticia y Barry

Maialen · 20 June 2017

Liubliana (Eslovenia) como ciudad testigo de su amor. De su primera mirada. Y del primer cruce de palabras. Un punto de encuentro casual, una jugada caprichosa del destino. Leticia y Barry se conocieron en un hostal. Él viajaba por Europa y Asia antes de empezar su nueva vida en Australia. Ella estaba de Interrail con sus mejores amigas. Tras compartir confidencias en aquel hostal de Liubliana, pasaron la noche hablando y paseando hasta el amanecer.

Después, cada uno siguió su camino aunque mantuvieron el contacto vía Facebook. La distancia nunca fue un obstáculo pero ansiaban estar juntos. Diez días mágicos en la India fueron suficientes para consolidar su amor. Éste fue el viaje que lo cambió todo y les animó a comenzar una relación en Madrid. En el verano de 2015, la pareja viajó hasta Escocia. Fue el momento perfecto para que Barry le pidiera matrimonio en una preciosa playa de arena blanca y agua cristalina. Leticia dijo sí…

La novia y su vestido de alfombra roja

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Así lo apodaron su madre y sus amigas. El vestido de Pronovias que lució Leticia le sentaba como un guante. Un diseño en crèpe blanco, liso, con bastante cuerpo y muy ajustado. El toque de distinción se acentuaba en la pedrería de los hombros y la espalda, totalmente descubierta. “Escogí este vestido por la pedrería. Me parecía más adecuado para una boda de noche que el vestido romántico de encaje que quería inicialmente”, cuenta la novia. El vestido original era sin manga pero la novia acertó añadiendo una manga capa de estilo medieval.

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Leticia completó su vestido de novia de alfombra roja con una corona de Suma Cruz. Además, calzó unos zapatos de salón en color rosa, brilló con unos pendientes de su abuela paterna y con una pulsera que perteneció a la familia de su madre. Como detalle especial, lució el anillo de pedida de la madre de Barry y otro anillo con un zafiro (su algo azul) de la tía del novio, herencia de su abuela paterna. Por último, la novia llevó el anillo de casada en la mano izquierda, más cercana al corazón y debajo del de pedida, como se hace tradicionalmente en Escocia.

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En cuanto al maquillaje y peluquería, Leticia optó por hacerlo ella misma. “Me maquillé yo porque quería estar lo más natural posible, aunque mi amiga Lau, maquilladora y peluquera, estuvo allí para peinarme y ayudarme por si tenía algún momento de crisis”.

El novio y su Kilt escocés

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Barry fue fiel a sus tradiciones y lució un Kilt escocés con el cuadro de la Universidad de Edimburgo de Nicolson’s Kilt Makers. También apostó por los tonos burdeos y verdes con chaqueta de tweed marino y calcetines en el color protagonista de la boda. Por su parte, los ushers y la familia cercana lucieron el mismo Kilt que el novio pero con los calcetines en color azul marino.

Una boda a la escocesa en el Palacio de Aldovea

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El otoño, el mes de octubre y el color burdeos. Tres líneas claras de inspiración para la boda soñada por Leticia y Barry. Una vez decidieron la esencia, la familia y los amigos se pusieron a trabajar. “La tía de Barry me ayudó a coser los vestidos de las damas de honor, mi prima María a pintar palets, mis amigas Marta y Cris hicieron trabajitos DIY y el mejor amigo de Barry, Stuart, se encargó de organizar a todos los escoceses”, explica Leticia.

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El Palacio de Aldovea en San Fernando de Henares (Comunidad de Madrid) fue testigo del amor, de la unión de culturas y de la perfecta mezcla de tradiciones. En la boda de Leticia y Barry hubo gaitero escocés e invitados con Kilt (falda típica escocesa). Sonó ‘Tender’ de Blur, la primera canción que escucharon juntos de camino a Agra, y se encendieron velas para homenajear a los seres queridos ausentes. Pero sobre todo hubo amor, complicidad y altas dosis de cariño. Una boda preciosa captada bajo el objetivo mágico de Sara Lobla. “Sus fotos son mágicas y desprenden algo que desde el principio nos enamoró. Queríamos que contase nuestra historia desde la primera conversación que tuvimos con ella”.

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Fotografía: Sara Lobla / Vestido novia: Pronovias / Corona: Suma Cruz / Maquillaje y Peluquería: Lau Pérez / Traje novio: Nicolson’s Kilt Makers / Flores: The Flower Power / Lugar: Palacio de Aldovea / Música: Dándote Ritmo / Vídeo: Lluch & Soler / Edición: Anker Prod

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